Las pruebas pertinentes han demostrado que un dron de 400 g puede romper el parabrisas de un helicóptero, mientras que un dron de 2 kg puede causar "daños graves" al parabrisas de un avión de pasajeros. Veamos cómo respondemos.
Los drones que sobrevuelan y permanecen sobre las prisiones no sólo pueden capturar imágenes de las instalaciones de seguridad y los patrones operativos de la prisión, sino que también tienen el potencial de entregar contrabando maliciosamente como drogas, herramientas y armas.
La industria petrolera posee características distintas como inflamabilidad, explosividad, altas temperaturas, altas presiones y toxicidad. Cualquier problema en esta industria puede tener graves consecuencias.
Cada vez hay más pruebas que indican que los terroristas poseen tanto la capacidad como la intención de lanzar ataques contra infraestructuras energéticas críticas, como las centrales hidroeléctricas, que también tienen importancia nacional.
Para los perpetradores de ataques terroristas violentos, las reuniones masivas de miles o más sirven como objetivos ideales para difundir su agenda terrorista. El posible abuso de los drones también ha traído nuevos desafíos a la seguridad de las actividades.
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